Los insectos nos aportan muchos beneficios, como su función polinizadora y su gran labor como controladores naturales de plagas. Pero por desgracia sus hábitats naturales están siendo alterados y su presencia en huertos y jardines es cada vez menor. Éste hotel es una forma de ayudarles, ofreciendo cobijo a varias especies de insectos, ya sea para criar o para hibernar.
¿Quién puede ocupar el hotel?
Los agujeros practicados en la madera y las cañas servirán de refugio a las abejas solitarias. Hay muchas especies diferentes, y cada una de ellas prefiere un diámetro de entrada también diferente. Las abejas solitarias depositan los huevos dentro de estos orificios y los sellan con barro, polen y néctar. Las virutas de madera proporcionan un hábitat idóneo para mariquitas y crisopas. Las piñas son un buen lugar para que las tijeretas se encuentren cómodas. Y si abrimos el cajón inferior podremos ver el proceso de transformación de una abeja solitaria, de huevo a adulta.
¿Dónde lo colocamos?
Colgaremos el hotel a una altura de 1,5-2m, orientación sur, siempre en una ubicación soleada, protegida del viento y de la lluvia. Nos aseguraremos que los insectos puedan entrar con facilidad, evitando que la vegetación tape el frontal del hotel y que puedan encontrar a su alrededor agua y diversos tipos de plantas, arbustos y árboles que les proporcionen el alimento necesario.
